Fuente: La voz de galicia
País: España
URL: www.lavozdegalicia.es
28/11/2009
Joel Gómez
Este año atiende unas 4.000 peticiones del extranjero, sobre todo emigrantes y sus descendientes, para poder elaborar su árbol genealógico o nacionalizarse españoles
MODERNIZACIÓN
«Mi abuelo nació en Galicia sobre 1860, en una casa que tenía un pozo pequeño delante y cuando abría la ventana veía las torres de la Catedral de Santiago»: documentos con datos tan imprecisos como estos, que pretenden localizar un antepasado, llegan con frecuencia al Archivo Histórico Diocesano de Santiago. A veces hay fortuna y, aunque haya una desviación de algunos años, consiguen el objetivo, sobre todo si el nombre es correcto y la parroquia pertenece a la diócesis compostelana. Otras veces no consiguen facilitar la ayuda.
Todo es muy grande en esta entidad, situada en el monasterio de San Martiño Pinario. Y desde hace tiempo: ya en 1992, cuando inauguraron sus instalaciones de compactos para protegerse contra incendios, se dijo que eran las más grandes de Galicia en aquel momento.
Desde entonces no ha dejado de crecer. El director del archivo, Salvador Domato, afirma que ya superan los 8 millones de expedientes documentales y 12.000 pergaminos. Guardan más de 80.000 libros con el registro de nacimientos, defunciones, matrimonios y otra actividad de 833 parroquias ya recogidas. El fondo más antiguo es del año 958. Se permiten consultar solo hasta 1925: a partir de ese año están cerrados al acceso público, una decisión consensuada por la Iglesia Católica para todos sus archivos.
Con Domato trabajan seis licenciados en Historia, que atienden la demanda de investigadores, organizan y conservan.
También informatizan, pero no es fácil: uno de estos expertos dedica su tiempo a informatizar los expedientes de ordenaciones sagradas desde el año 1500, pues es un dato sobre el que reciben consultas frecuentes. Hasta ahora ha completado 200 años y ya constan nada menos que 55.000 nombres. Y faltan muchos más, porque en los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX el volumen de ordenaciones fue muy superior. «Lo de la crisis de vocaciones es de anteayer, para este trabajo no afecta, por el crecimiento de población y el dinamismo de la actividad de la diócesis», indica Salvador Domato.
Hacer los índices de los libros parroquiales ocuparía a 4 especialistas, con dedicación exclusiva los 5 días de la semana a buen ritmo de trabajo, y durante 64 años, según han calculado por la experiencia de que disponen, lo que evidencia la envergadura de la labor que tienen entre manos.
Más trabajo en vacaciones
El Archivo Diocesano dispone de 10 plazas para consulta de investigadores y público, y abre los días laborables de 9.30 a 14 horas (media hora menos los viernes). En vacaciones es cuando más visitas reciben, y sobre todo los días de verano que no son de playa: parte de los coches que saturan la ciudad vienen para solicitar datos en este Archivo. Incluso personas extranjeras que tienen antepasados con alguna relación con la diócesis.
Además, atienden demanda que les llega por correo, unas 4.000 peticiones del extranjero este año, sobre todo de emigrantes y sus descendientes que quieren elaborar su árbol genealógico o nacionalizarse españoles. En ocasiones, desconocer las divisiones administrativas y eclesiásticas de Galicia puede suponer un obstáculo insalvable, porque los límites de la diócesis son grandes, desde Ferrol hasta Arcade, 1.055 parroquias históricas, pero no más.
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