
El agua podría afectar libros antiguos y obras de arte.
Fuente: Letralia
10/09/2009
El sótano de la Biblioteca Nacional de Costa Rica, en San José, se inundó este viernes 4 de septiembre después de lluvias torrenciales, y las autoridades temen que la humedad afecte a las obras de arte y las colecciones de libros de los siglos XVII y XVIII que allí se resguardan, aunque el agua no llegó a alcanzarlas.
De acuerdo con Margarita Rojas, directora del Sistema Nacional de Bibliotecas (Sinabi), la voz de alarma se dio alrededor de la 1:45 de la tarde del viernes. Tras dos aguaceros, el agua empujó una serie de tapas de cajas de registro y empezó a inundar el sótano. En esta parte del edificio se encuentra el Departamento de Conservación de Periódicos y Libros Antiguos, varios cubículos para los investigadores con equipo técnico y la Sala de Colecciones Especiales, principalmente.
En esta sala se resguardan actualmente unos 25.000 libros, todos antiguos, de los siglos XVII, XVIII, XIX y principios del XX, según explicaron funcionarios de la entidad. El agua no llegó directamente a esta sala debido a que se encuentra unos centímetros por encima del nivel general del sótano.
Según Rojas, la rápida acción del personal evitó consecuencias mayores. “Veinte personas tuvieron que sacar el agua con baldes. Este pasillo donde estamos se inundó bastante, pero por dicha hay una pequeña rampa que lo conecta con la Sala de Colecciones Especiales y fue la que evitó que el agua entrara ahí” , explicó.
Los sótanos de la Biblioteca Nacional también son sede de una bodega del Museo de Arte Costarricense que custodia 6.300 obras de arte. Ahí el agua salió por un cenicero de un baño de una pulgada de diámetro en un chorro que alcanzó 15 centímetros e inundó la mitad del espacio en pocos segundos, explicaron funcionarios. Ninguna de las obras de artes se vio afectada directamente.
Al lugar se presentó la ministra de Cultura de Costa Rica, María Elena Carballo, con el fin de buscarle una solución al problema.
Rojas sospecha que los trabajos en el Paseo de Damas pudieron afectar la salida del agua de lluvia a las alcantarillas. “Este edificio nunca se había inundado. La empresa que está cargo de las obras cerró el paso de las aguas desde la esquina suroeste de la Biblioteca Nacional para que el agua no llegara hasta los trabajos que están haciendo en la calle que pasa frente al Tribunal Supremo de Elecciones. Esa agua se devolvió y entró por los bajantes del edificio hasta llegar al sótano”, indicó.
El ingeniero Marvin Moya, de la empresa Cemex, descartó cualquier causa asociada a las obras de construcción. El especialista mostró a la prensa una alcantarilla destapada y explicó su hipótesis: “Ustedes pueden observar aquí que el flujo del agua de lluvia y el de las aguas negras es normal, no hay ningún tapón. Mi opinión es que, probablemente, exista una obstrucción en algún punto de conexión entre el sistema de tuberías de la Biblioteca y el sistema principal”.
De acuerdo con Moya, al producirse el aguacero del viernes 4, después de varios días sin lluvia, el agua pudo haber rebasado las tuberías en la Biblioteca Nacional y se devolvió.
La ministra de Cultura, María Elena Carballo, confirmó que existe un plan de contingencia para atender cualquier emergencia que se produzca el fin de semana. “Ya tenemos la asesoría de un equipo de ingenieros que están evaluando el problema para evitar que se repita la situación en caso de lluvia”, dijo Carballo.
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