
Fuente: La Voz de Galicia
URL: http://www.lavozdegalicia.es
10-12-2009
Son el regalo de este año, aunque su tecnología está en pañales y ya se intuyen mejoras en poco tiempo
Dicen los expertos que será el regalo tecnológico de estas Navidades. Se trata del libro electrónico o e-book (en los países sajones también se le llama e-reader) y este año se consolidó en el mercado. Las personas que quieran hacerse con este artilugio, que permite llevar mil libros en una cuartilla de menos de 300 gramos, deben saber que se trata de un producto muy joven. Eso supone que dentro de muy pocos años saldrán modelos mucho más baratos, más eficaces y cómodos, nuevas generaciones cuyos creadores aprenderán de los errores de hoy y de las opiniones de quienes los usen por primera vez. La ventaja indudable es poseer una tecnología nueva y disfrutar de la lectura en cualquier sitio.
La oferta actual de libros electrónicos no se puede comparar a la de otros productos informáticos, ya que es difícil encontrar tres modelos diferentes en una misma tienda. Casi todos tienen en común su tamaño, que es francamente cómodo y manejable; una pantalla generosa (suele ser de 6 pulgadas, es decir, mide unos 15 centímetros en diagonal); y una letra muy clara y relajante. Y aunque hay variaciones en la oferta de tipos y tamaños de letras, cualquiera de ellas es óptima para la lectura prolongada.
Las diferencias entre los modelos están en otros aspectos. Uno de los más importantes es la oferta de formatos que leen, ya que ninguno puede con todos, y no es lo mismo lo que necesita el investigador que tiene que ojear documentos de lo que busca quien disfruta con clásicos de la literatura asequibles en todos los formatos, el lector de novelas que pasa muchas horas en el aeropuerto o la persona que está preparando una tesis y necesita hacerse con documentación y subrayarla.
El procesador que incorpora también es importante, porque afecta directamente a la velocidad con que pasa las páginas, y hay que tener en cuenta que medio segundo es, en estos parámetros, mucho tiempo.
Hay otros puntos importantes, ya que casi ninguno tiene la pantalla táctil y eso, para quienes manejan móviles de última generación, puede ser un problema. También los hay con o sin wifi, un elemento importante si, por ejemplo, el libro electrónico es para quien pasa mucho tiempo de viaje y con wifi puede leer periódicos o consultar Internet en aeropuertos y hoteles.
Hay que tener en cuenta que al tratarse de tecnología muy nueva, quedan muchos flecos pendientes. Por ejemplo, ninguno soporta color ni imágenes en movimiento, y los hay que no tienen posibilidad de ampliar el almacenamiento ?aunque casi todos vienen preparados para aceptar tarjetas de memoria?. Otro punto es el idioma. Los hay que solo se podían programar en francés y una de las estrellas de Internet, el Kindle (de Amazon) solo se puede comprar por la Red y, aunque dispone de una biblioteca fabulosa ?nada menos que 170.000 títulos?, están en inglés.
Encontrar los títulos
Y es que el tercer gran problema a la hora de comprar un lector electrónico ?después de elegirlo y pagar los 300 euros que de media cuesta uno de estos aparatos? es hacerse con los libros. Algunos traen muchos títulos, pero en general se trata de obras de ensayo o clásicos tipo El cantar de Mío Cid o el Quijote. Para comprar títulos hay que inscribirse en algunas páginas (Barnes & Noble, Proyecto Gutenberg, librosparadescargar.com, quedelibros.com o todoebook.com, donde hay obras en gallego...) y no es fácil encontrar superventas. Hay que tener en cuenta que existe un mercado paralelo como el de las películas bajadas de Internet, pero incumpliendo las normas de la propiedad intelectual.
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