Fuente: Ideal
URL: www.ideal.es
País: España
Fecha: 25-05-2010
La desinformación puede convertirse en un «arma de destrucción masiva de la economía global», por lo que el periodismo de calidad «es ahora más necesario que nunca», según advirtió ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, durante la inauguración del Congreso Mundial de Periodismo que se celebra en San Fernando (Cádiz). Más de trescientos periodistas de un centenar de países participan en un encuentro en el que se ha destacado la libertad de expresión como «uno de los pilares más sólidos de la democracia».
El congreso coincide con la conmemoración del 200 aniversario del primer decreto de Libertad de Imprenta, que marcaría el nacimiento del periodismo moderno. Un derecho, el de la libertad de expresión que, según Fernández de la Vega, «no ha sido regla en la historia de la humanidad sino que sigue siendo la excepción». Así, consideró que «ahora» es más necesaria que nunca «la rigurosidad y la calidad» tanto de los profesionales como de los medios de comunicación para «desbrozar, valorar y procesar adecuadamente la ingente cantidad de información que se genera» y «destilar el ruido ambiental, a veces ensordecedor, para transformarlo en información de calidad».
«Los falsos rumores, cuestionamientos sin fundamentos y opiniones interesadas» pueden convertirse en «armas de destrucción masiva de la economía global, como estos días estamos viendo de nuevo», subrayó. La vicepresidenta primera ha alertado además del riesgo de que la sociedad de la información devenga en «la sociedad de la desinformación», por lo que hay que prestar atención «a quienes advierten que la explosión de los foros libres difumina las fronteras entre la verdad y la mentira, entre el rigor y el sectarismo, entre la información y la manipulación».
Retos
En este punto, Fernández de la Vega abordó los retos y «tiempos inciertos» a los que se enfrentan los medios de comunicación, con un «un nuevo modo de leer prensa, de oír radio y de ver televisión». Una transformación a la que, dijo, se suma además una profunda crisis económica «que les ha golpeado con fuerza».
Por este motivo, y porque la profesión cobra «nueva vigencia» en los tiempos actuales, ahondó en la necesidad de que los periodistas «cuenten con las condiciones y con los recursos necesarios para poder desarrollar su tarea con profesionalidad y dignidad», de forma que cumplan su labor y su trabajo «sea valorado y respetado por sus empresas, por las instituciones, por la ciudadanía».
«No hay respuesta a ninguno de los retos a los que la sociedad hace frente que no pase por una ciudadanía formada e informada», sintetizó, «la información y la comunicación son el verdadero armazón del mundo globalizado, y están en la base de la nueva revolución que hoy vivimos».
También el presidente del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución en 1812 y consejero andaluz de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, coincidió en que «no se entiende una sociedad que se desarrolle libre y democráticamente sin la libertad de prensa», a la que definió como «máximo exponente de la buena salud de una sociedad».
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