Fuente: La jornada de oriente
Dirección URL: http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2016/09/26/sociedad-del-des-conocimiento/
Autor: Manuel De Santiago
País de la fuente: México
Fecha: 26 de septiembre de 2016
Hemos escuchado hasta el cansancio que el hombre en sociedad requiere estar informado, que la información es poder, que las personas que se informan tomarán mejores decisiones en todos los aspectos de su vida, que el mundo de la información está al alcance de todos con la internet; en suma, que vivimos en la “sociedad de la información y del conocimiento” como parte de la globalización que supuestamente “nos hará iguales”.
En la actualidad, el medio más usado para informarse de todo lo que nos interesa es la televisión y a ella acudimos prácticamente todos los días o adquirimos los conocimientos de personas que igualmente obtienen su información de la misma televisión. En nuestro país este medio electrónico tan popular se encuentra principalmente en manos de dos compañías que tienen una programación deplorable en todos los sentidos: tanto en las formas como en los contenidos.
La información no sólo la obtenemos a través de los noticiarios, sino de buena parte de la programación que vemos y seguimos, como un ejemplo poderoso que nos va induciendo conductas que acabamos aceptando, formas de pensamiento determinadas, giros del lenguaje muy especiales; pero sobre todo, un conjunto de valores frecuentemente deformados en aras de un interés material, como por ejemplo: el amor se expresa con regalos, el respeto con la adquisición de poder económico o político, la amistad con florecitas y complacencias, la humildad con gestos superficiales, la justicia con el “apego” a las normas establecidas, la honestidad con declaraciones y así podríamos seguir en este tenor.
El día de ayer, en un autobús foráneo, recibí la amable advertencia de una mujer joven que cargaba un niño dormido y una mochila con la que podría pegarme y me dijo: “…sorry si le llego a golpear”; me llamó la atención y volteé a verla para identificar su origen extranjero y solo vi a una paisana. Las declaraciones de compromiso de un joven de clase media se realiza –a la gringa– con una serie de actos tomados de la publicidad: en lugares públicos insólitos, extravagantes; el uso de un avión con el mensaje amoroso, con una demostración de pirotecnia, bajo el agua y con traje de buzo, a bordo de un globo aerostático, etcétera. No cabe duda que la penetración de algunas formas culturales estadunidenses se está haciendo presente cada vez más en nuestra vida.
Si usted ha tenido ocasión de discutir un tema actual, resulta sorprendente que quienes no se enteran prácticamente de nada o tienen a la televisión como única fuente de conocimiento, le digan que es usted el equivocado, porque la palabra de los lectores de noticias o de los “comentaristas” autorizados, así como las imágenes que se muestran en la televisión son las únicas que cuentan y no las fuentes especializadas, las lecturas críticas que usted realiza o las opiniones verdaderamente importantes de los especialistas en determinados temas. Como ha escrito el doctor David Lara González, académico de la Universidad Utónoma de Puebla: “Sociedad del conocimiento en medio de una sociedad del desconocimiento”.
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