Fuente: ANSA
URL: http://www.ansa.it
País: México
12-12-2009
Por LORENA BECERRA MEXICO, 12 (ANSA)
La industria editorial mexicana, agobiada por la crisis económica, la reproducción ilegal de libros y el dominio de los "monstruos" españoles del sector, tuvo un año difícil y, con excepciones, con una tendencia a la baja, tanto en producción como en venta de ejemplares, aunque pudo mantener su facturación.
El balance fue hecho por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), en base a resultados de un centenar de empresas privadas, muchas de las cuales coinciden en que hay pocos rayos de luz para las casas independientes que se resisten a morir ante los gigantes extranjeros dominantes en ventas, y el acaparamiento editorial que mantiene el Estado.
El Fondo de Cultura Económica (FCE), empresa descentralizada del gobierno mexicano y una de las editoriales más importantes de Iberoamérica con casi 9.000 títulos, resintió también los efectos de la crisis, aunque en menor medida que pequeñas casas que reportan caída de ventas en orden del 30%.
Tomás Granados, coordinador editorial del FCE, consideró que dentro del actual contexto económico, 2009 ha sido un "buen año" para el Fondo, que estima una baja de su producción entre 2% y 3%, en relación a la del 2008, aún cuando se mantuvo la traducción de obras de escritores en idiomas distintos al castellano y la publicación de jóvenes escritores.
El FCE repitió como su mayor venta del año, con más de 30.000 ejemplares, "El laberinto de la soledad", de Octavio Paz.
Aunque el formato tradicional de libro impreso se mantiene firme entre las editoriales mexicanas, algunas firmas trabajan ya en proyectos para incorporar su oferta a tecnologías digitales como el e-book, y aprovechar el alcance de Internet centrado actualmente sólo en la promoción y venta de impresos.
Otras editoriales independientes, como Sexto Piso, continúan con la modalidad tradicional de libro impreso, con el objetivo aducido de mantener la calidad del libro-objeto, y que ha sido parte de su éxito en el mercado, dijo Diana López, responsable de Difusión y Prensa de esa casa.
Ediciones Sin Nombre, ejemplificó a pequeñas editoriales mexicanas que se han valido de redes sociales como Facebook para la promoción de sus títulos.
Las novelas policiales, de revisión histórica, ensayo político, literatura de ficción, en la que destaca la de vampiros adolescentes, y la poesía además de la narrativa latinoamericana, estuvieron en 2009 entre los principales temas de interés de unos 10 millones de mexicanos que se estiman son lectores, de una población total de 107 millones.
La saga de vampiros y ultratumba de Stephenie Meyer ("Crepúsculo", "Luna Nueva", "Eclipse" y "Amanecer", de la casa española Alfaguara), permanecieron en el top de las ventas del año en las principales librerías de México, donde la generalidad de publicaciones tuvo incremento de precios en orden de 25%, en referencia a 2008.
Otros autores que mantuvieron el interés de los lectores fueron el historiador mexicano Francisco Martín Moreno con "México Acribillado", de editorial Planeta, José Saramago con "Caín" y "El viaje del elefante" (Alfaguara), Paulo Coelho con "El vencedor está solo" (Grijalbo) y la alemana Cornelia Funke con sus novelas "Corazón de tinta", "Sangre de tinta" y "Muerte de tinta" (FCE).
Estuvieron, también como "éxitos", en casas libreras Jorge Volpi con "El jardín devastado" (Alfaguara), el japonés Taro Gomi con "El libro de los garabatos" (FCE), Dan Brown con "El símbolo perdido" (Planeta) y Stieg Larsson con "Los hombres que no amaban a las mujeres" (Ediciones Destino).
Los lectores dieron un buen recibimiento a "Yo, la peor" (Random House Mandadori), de la escritora mexicana Mónica Lavín y a "Tarde o Temprano, Poemas 1958-2000" (FCE), de José Emilio Pacheco, a "Extrañando a Kissinger" del israelita Etgar Keret, y "Asuntos moneros", de José Ignacio Solórzano (Sexto Piso).
A diferencia de años anteriores, libros de superación personal y empresarial, tuvieron menor salida en los puntos de venta, coincidieron libreros locales.
La narrativa de renombrados latinoamericanos como Octavio Paz, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Isabel Allende, Carlos Fuentes, Mario Benedetti y Julio Cortazar, entre otros, continuó entre las preferencias de los lectores.
Roberto Banchik, pro-secretario de la CANIEM, recién reveló que en el primer semestre de 2009, la producción de libros en el país cayó 9% en relación al mismo período del 2008, año en el que se alcanzó la cifra de 289,5 millones de ejemplares, el 3% menos que en 2007.
"El 2008 fue muy malo y el 2009 claramente no será mejor", resumió el ejecutivo de CANIEM al considerar entre los aspectos negativos para el sector, que Estado mexicano domine más del 70% de la producción editorial nacional y un 90% de ese total se distribuya en forma gratuita.
Jesús Galera Lamadrid, tesorero de CANIEM, refirió como otro de los "golpes duros" en el año unos 20 millones de libros reproducidos ilegalmente y destacó que la piratería representa un descalabro para el sector editorial privado de entre 1.000 y 1.200 millones de pesos (77 y 92 millones de dólares).
No hay comentarios:
Publicar un comentario