Fuente: El tiempo
URL: http://www.eltiempo.com
País: Colombia
25.01.2010
Por: Carlos Restrepo
El Ministerio de Educación, las editoriales y la Cámara Colombiana del Libro se unieron para crear estrategias al respecto
El objetivo es permitir que el precio de los textos escolares no aumente más allá del 2 por ciento, cifra a la que se acercó la inflación del año pasado.
Moisés Melo, presidente de la Cámara Colombiana del Libro, comenta que, además de producir libros de calidad a un menor costo, se piensa aumentar el número y cubrimiento nacional de las llamadas 'vitrinas pedagógicas': una suerte de ferias cerradas para profesores, colegios y secretarías de educación en las que todas las partes 'salen ganando', a la vez que se ayuda a masificar el uso del texto escolar y a darle mayor transparencia al proceso de compra por parte de los colegios y entidades territoriales.
El directivo gremial habló con EL TIEMPO sobre el acuerdo, sus metas y los obstáculos que impiden la disminución de los precios, como la piratería.
¿Cuál es la idea del acuerdo?
Una de las estrategias en la que se trabaja es sacar libros con especificaciones menores, para que personas con menos recursos tengan acceso al texto. Los contenidos son similares, lo que pasa es que pueden ser más resumidos, con menos color y en papeles más económicos. Con eso se logra producir textos de buena calidad para los estudiantes, a precios bajos. Eso ayudaría a que la canasta de oferta de textos no tuviera un incremento mayor al 2 por ciento.
¿Qué dificulta la disminución del precio?
Básicamente, la disminución del uso de los textos escolares y la piratería. Sobre el primero, de acuerdo con las estadísticas del 2008, el promedio de consumo fue de 0,7 libros por estudiante. Es decir que para 11 millones de estudiantes se consumieron alrededor de 8 millones de textos escolares. Esa reducción significa menos tirajes, lo que repercute en un incremento en los precios.
¿Cómo funciona la piratería?
La piratería tiene tres modalidades: la reproducción por vía fotográfica (escáner) e impresión para la venta, la venta de las muestras que dan gratis a los maestros para que estudien los textos, y la elaboración de textos por algunas entidades educativas, que es simplemente un copy-paste de los libros publicados sin reconocimiento de los derechos de autor y sin autorización de las editoriales. Esas modalidades contribuyen a reducir la demanda.
¿De qué forma afecta esto a las editoriales?
La editorial hace el trabajo de promover el libro, mostrárselo a los profesores, les enseña a manejarlo, paga los costos de desarrollo, de investigación y producción. Y luego el pirata lo saca más barato, lo que restringe el mercado y obliga a tirajes más pequeños de las editoriales, generando un alza de precios.
¿Cuál es la ventaja de los textos escolares frente a otros medios?
Son una guía. Son un maestro auxiliar que no le cierra al estudiante las puertas de Internet, y que le dice cómo buscar. El esfuerzo de las editoriales, que es validado por los mismos maestros, es de pertinencia, es decir que el libro corresponda a lo que los estudiantes trabajan y a los métodos que se están diseñando para el aprendizaje. Ahí el libro es un apoyo importante.
¿Cómo funciona el modelo en otros países?
En Estados Unidos, en general, las compras las hace la escuela, luego de las decisiones que toman en juntas padres, maestros y directivas, y se los presta a los alumnos que deben regresarlos al final del año. España tiene procesos distintos, que pueden ser el modelo de E.U. o el cheque-libro, que consiste en entregarles a los padres el listado de libros y un cheque, para que compren los textos en dónde quieran. Ese mecanismo es bueno porque ayuda a dinamizar el aparato de circulación del libro, incluyendo al librero. Francia tiene también un sistema del libro prestado.
¿Por qué no se prestan los libros acá?
Pues yo espero que eso empiece a cambiar porque si no, no nos ganamos nada en que los libros de las compras públicas lleguen a los colegios y se guarden. ¿Por qué no se prestan? Porque no hay libros para todos los alumnos, pero tenemos que hacer que se logre que los estudiantes puedan usar sus libros.
¿Qué tanto influyen los nuevos formatos?
Indudablemente, con los cambios tecnológicos, probablemente se van a abaratar más los procesos de producción y de circulación de los libros. Muy pronto, los textos podrían estar en otro soporte distinto al papel, en que la gente tenga más acceso. Pero no podemos prescindir de los libros, mientras no haya acceso a esos soportes o su tiempo de uso sea parcial en una biblioteca o en un café Internet. La evolución va en esa dirección. El papel es tan solo un soporte, pero lo más importante es el acceso al texto, así venga en un medio distinto al papel.
Vitrinas pedagógicas
Las vitrinas son ferias cerradas en las que participan las editoriales con una negociación general global de descuentos. Allí se exhibe todo el material que la Secretaría de Educación define en diferentes áreas, luego de asesorarse con entidades especializadas como Fundalectura.
La compra por vitrinas tiene una virtud importante. Primero, buenas condiciones comerciales y de transparencia, porque se hace pública con una oferta muy amplia y participan en la decisión de compra todos los maestros y no un grupito cerrado.
Luego, los libros que escojan los colegios son los que comprará directamente la Secretaría. Lo más importante es incorporar al máximo la participación de los maestros en la decisión de compra. Eso le da transparencia al proceso, evita los negociados entre vendedores y compradores y garantiza el uso del texto.
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